miércoles, 4 de mayo de 2016

EL CAMINO DE LA VIDA

         


La vida es un continuo caminar, una ambiciosa búsqueda del amor y de la felicidad, búsqueda que empieza en lo básico y primario y transcurre por senderos escabrosos e intrincados, llenos de errores y de aciertos, de amarguras y de dichas; de gozos y desgracias; de fracasos y de éxitos; de gloria y frustración.

Camino en el que vivimos experiencias excepcionales que hacen que el alma se sienta: algunas veces henchida de sabiduría, de gozo,  de dicha y alegría; y otras veces abatida, cansada, desolada y desdichada.
Camino que al final de la existencia nos retorna al punto de partida, ¡pero ya no con el alma vacía!, para entonces y con suerte, es probable que hayamos descubierto la riqueza que encierran las cosas sencillas del día a día; quizá hayamos comprendido que la felicidad no es perfección, ni ausencia de dolor, ni de luchas; que tampoco se compone de grandes acontecimientos plenos de dicha y de gozo interminables, y menos aún de poseer grandes fortunas y ostentar poder mundano; a lo mejor al final del camino, tengamos por fin la certeza de que la felicidad es aprender a disfrutar intensamente en el presente, agradecidos de lo que se nos da en el día a día, y lo más importante: que la verdadera felicidad radica en aprender a amar,  perdonar y compartir generosamente con los demás.

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