miércoles, 12 de marzo de 2014

PODEMOS VIVIR MEJOR APROVECHANDO LA PLASTICIDAD DE NUESTRO CEREBRO


 PODEMOS MEJORAR NUESTRO BIENESTAR EMOCIONAL Y FÍSICO APLICANDO LAS SIGUIENTES TEORÍAS CIENTÍFICAS
           
SOMOS LO QUE PENSAMOS, LO QUE DECIMOS  Y LO QUE CREEMOS SER, AUNQUE NO TE LO CREAS, ES ASÍ



                                    LA KYMATICA


El cerebro no reconoce un hecho real de uno imaginario
Por otro lado la nueva neurociencia  asegura con pruebas que el cerebro tiene una tremenda plasticidad, nuestras reacciones neuronales pueden cambiar con un entrenamiento de la mente y un cambio de hábitos.
En ciencia se llama cimática al estudio de fenómenos de onda y demuestra de forma visual el modo en que el sonido configura la materia. Hacia los años 60, los experimentos del Dr. Hans Jenny demostraron que, si se colocan polvos finos, arena y virutas de acero sobre una lámina de metal y se les aplica una vibración de ondas acústicas, dichas partículas se organizaban formando patrones concretos. En otras palabras, se comprobó tal como reza en antiguos textos místicos y esotéricos, “el principio de vibración”. Toda la materia es sonido y emite sonido, aunque estos, en su mayoría, se encuentran fuera de nuestro limitado sentido de la audición.
Lo valioso de Kymatica reside en atreverse a ir mucho más allá de la película que desnuda una conspiración; de manera inteligente y amena propone considerar que somos un sólo Ser en evolución. De aquí surge una mirada profunda y original sobre la situación actual del mundo y nuestra responsabilidad. El mundo, desde este punto de vista es un espejo, deviene en cada uno de nosotros como un mensaje. Lo que llamamos realidad está afuera, pero también está dentro de cada uno y, en este sentido, la relación hacia uno mismo, es y será reflejada por el mundo. Las guerras, las miserias, el dolor, las desigualdades, como la solidaridad, la compasión y el amor están tan afuera de nosotros como lo están adentro.


                         CIMÁTICA         
                            
El efecto del sonido en la materia

Esta comprensión técnica y un poco confusa para algunos, es necesaria para que las personas puedan comprender la manera como el sonido afecta directamente la materia. Esto incluye a nuestro cuerpo físico. Si todo el universo es sonido vibrando a diferentes frecuencias, las frecuencias mas altas tienen una tremenda influencia sobre la materia. Un ejemplo de esto es la voz de una cantante de opera que al entonarla a la misma frecuencia del cristal, hace que este se rompa. Según la física dos frecuencias iguales se anulan. Otro ejemplo, es cómo el sonido de los aviones puede afectar las edificaciones cercanas a un aeropuerto, rompiendo los vidrios de las ventanas y creando grietas en las paredes de las casas.

Es indiscutible que el sonido afecta la materia. Ya desde la época de Napoleón, el científico alemán Ernst Chladni, conocido como el padre de la acústica, impresionó al emperador creando formas mediante el uso del sonido. El experimento se hacía colocando arena en un plato, el cual se situaba sobre un pedestal. Luego pasó un arco de violín sobre el borde del plato. La arena reaccionó al sonido moviéndose y agrupándose en preciosas formas geométricas.
Todos somos conocedores de los llamados mensajes subliminales utilizados en la música para conseguir que las personas actúen de una forma u otra, las filosofías orientales, las  esotéricas y  los que practican el hooponopono ( tradición ancestral  hawaino para sanar) los mantrans  para conseguir grandes logros espirituales, mentales y físicos.

LA TEORÍA CUÁNTICA DEMUESTRA EL PODER DEL PENSAMIENTO SOBRE LA MATERIA

En un estudio publicado en la edición del 26 de febrero de Nature (Vol. 391, páginas 871-874), por los investigadores del Instituto de Ciencia Weizmann, que han llevado a cabo un experimento controlado que demuestra cómo un haz de electrones se ve afectado por el acto de ser observado. El experimento reveló que cuanto mayor o intensa es la acción de “ver” mayor influencia tendrá el observador sobre lo que realmente ocurre.
Esta investigación da respuesta a una de las premisas más extrañas y controvertidas de la teoría cuántica y que ha fascinado tanto a filósofos como a físicos por igual, y que afirma que por el acto mismo de ver u observar, el observador afecta la realidad observada.
Este estudio que se presenta a continuación de forma resumida sugiere pues, que el pensamiento influye y modifica de forma clara la materia, que por ende está compuesta por átomos, y vendría a respaldar otros estudios que han ido desarrollándose sobre el poder de la mente sobre nuestra realidad colindante.
Cuando el “observador cuántico” está observando la mecánica cuántica establece que las partículas también pueden comportarse como ondas. Esto puede ser cierto para los electrones a nivel submicrónico, es decir, a distancias que miden menos de una milésima parte de un milímetro. Cuando se comportan como ondas, pueden pasar simultáneamente a través de varias aperturas en una barrera y luego reunirse de nuevo en el otro lado de la barrera. Esta “reunión” se conoce como interferencia.
Por extraño que pueda parecer, la interferencia sólo puede ocurrir cuando nadie está mirando. Cuando un observador empieza a ver las partículas que pasan a través de las aberturas, el panorama cambia drásticamente: si una partícula es vista pasar por una abertura, entonces está claro que no pasó por la otra. En otras palabras, cuando están bajo observación, los electrones están “obligados” a comportarse como partículas y no como ondas. Así, el mero acto de la observación afecta a los resultados experimentales.
Para demostrarlo, los investigadores del Instituto Weizmann construyeron un pequeño dispositivo que mide menos de una micra de tamaño como barrera con dos aberturas. A continuación, enviaron una corriente de electrones hacia la barrera. El “observador” en este experimento no fue humano, sino un pequeño pero sofisticado detector de electrones. La capacidad del "observador cuántico” para detectar electrones podía ser regulada.
A parte de “observar” o detectar los electrones, el detector no producía efectos sobre la corriente. Sin embargo, los científicos encontraron que la presencia misma del detector u “observador”, cerca de una de las aberturas causó cambios en el patrón de interferencia de las ondas de electrones que pasan a través de las aberturas de la barrera. De hecho, este efecto era dependiente de la “cantidad” o intensidad de la observación: cuando la capacidad del “observador” para detectar electrones aumentaba, la interferencia se debilitó; en contraste, cuando su capacidad para detectar electrones se redujo, la interferencia aumentó.
Por lo tanto, mediante el control de las propiedades “del observador cuántico” los científicos lograron controlar el grado de su influencia en el comportamiento de los electrones. La base teórica de este fenómeno fue desarrollado hace varios años por un número de físicos, entre ellos el Dr. Adi Stern y Prof. Yoseph Imry del Instituto Weizmann de Ciencias, junto con el Prof. Yakir Aharonov de la Universidad de Tel Aviv. El nuevo trabajo experimental se inició a raíz de las conversaciones con el Prof. Shmuel Gurvitz, y sus resultados ya han atraído el interés de los físicos teóricos de todo el mundo.
           
            EL PODER DE LA AUTOSUGESTIÓN
Pensamos que con la autosugestión se puede conseguir cualquier cosa que uno desee, sólo tenemos que autoconvencernos.

Emilio Coué, decía: “la autosugestión es un instrumento o fuerza dotado de una inaudita e incalculable potencia, tal que según las circunstancias produce los mejores o peores efectos”.

Él afirmaba que esta fuerza podía ser aplicable a todas las personas en forma beneficiosa, sea cual fuere la actividad en la cual se desarrollen. Para Coué, antes de entender y aplicar la Autosugestión, uno tenía que tener en claro, que dentro del ser humano existen dos entidades: el consciente y el inconsciente (lo que nosotros llamamos subconsciente).

Sostenía que ambas mentes eran inteligentes, pero aun cuando ambos existen; lo que es fácil constatar por los hechos referidos a los sueños y el sonambulismo , la mente inconsciente pasa desapercibida para el común de las gentes, algo así como si no existiera, aunque está claro que siempre ha estado allí.

Para lo referido a la autosugestión consciente la famosa frase de Coué para autosugestionarse al despertar y cargarse de energía: “día a día en todos los sentidos voy de mejor en mejor” es una forma general de alimentarse positivamente, pero nos parece que a las personas que tienen objetivo prioritarios en su salud, o en cualquier otro aspecto de su vida deben recurrir a frases más específicas que abarquen ideas de solución a los problemas que enfrenta y que aporte un estímulo, una motivación para que la persona pueda conseguir lo que desea.





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