viernes, 11 de abril de 2014

QUÉ SUEÑOS REALIZARÍAS SI VENCIERAS TUS MIEDOS?


LOS MIEDOS EN NUESTRAS VIDA
¿CÓMO VENCER El MIEDO?




Son muchos los libros de autoayuda que hablan sobre cómo vencer el miedo; según Mario Alonso Puig, necesitamos del miedo en una justa medida para poder mantener nuestro instinto de conservación.
El dolor y el miedo son un mecanismo de defensa que el hombre ha ido adquiriendo en su proceso de verticalización y desarrollo del cerebro. A este tipo de miedo o instinto de conservación algunos expertos lo denominan miedo real.
En situaciones de miedo y de pánico extremo se produce un secuestro del cerebro por la amígdala, en esta glándula se producen el miedo y la irá. El hipotálamo además estimula la secreción de glucocorticoides por la corteza suprarrenal, que son las hormonas que preparan al organismo para sufrir un estrés o agresión defensiva.
Posteriormente, el ser humano ha ido desarrollando otro tipo de miedo al que los expertos han denominado miedo neurótico, y se desarrolla por un trauma psíquico, o por un proceso de aprendizaje erróneo del miedo. Este tipo de miedo degenera en nosotros hasta hacer que seamos presas de él, a lo largo de nuestra existencia.
Algunos ejemplos de miedos neuróticos son: las fobias, el miedo místico, el miedo a no poseer o a perder todo aquello que te da seguridad social y emocional, el miedo a romper esquemas establecidos por la cultura, la tradición y la religión.
Los miedos hay que mirarlos de frente para llegar a conquistarlos; en mi infancia, el miedo dominaba parte de mi existencia, pero, por fortuna, una inspiración salida desde mi interior, me dio fuerza para enfrentarlos y vencerlos por lo menos en algunas ocasiones importantes.
La emoción del miedo puede ser tan intensa y profunda como el amor. De hecho, las mayores hazañas del ser humano se hacen por un miedo extremo en situaciones de pánico, o por amor.
La mayoría de situaciones que hacen infeliz al hombre se generan en una pésima gestión de los miedos neuróticos.
Deberíamos, pues, formularnos las siguientes preguntas para valorar nuestro nivel de miedo neurótico:
- ¿A qué has renunciado por miedo?
- ¿Qué cosas harías si pudieras vencer tus miedos?
- Realiza un balance de las ventajas y desventajas que tienes en tu vida al continuar con tus miedos.
Las respuestas a estas preguntas con sinceridad te pueden indicar con claridad si debes vencer tus miedos para conseguir una mayor calidad de vida en cuanto a lo emocional, lo físico y lo social se refiere, o si, por el contrario, te compensa dejar que tus miedos te ganen la batalla y aniquilen tu sueño de ser tú mismo y de ser más feliz.
He de decir desde mi experiencia personal que los miedos neuróticos son enemigos que reaparecen a lo largo de muestra vida cuando ya los consideras derrotados, pero, si somos fuertes en nuestro ser interno y hacemos uso de ese poder maravilloso que hay en nuestra mente, estas reapariciones del miedo serán puntuales y fugaces.
La psicología, la autoayuda o un guía espiritual pueden ayudarnos y ser compañeros en nuestro proceso de plantar cara a los miedos, pero es cada persona, única y exclusivamente, quien puede decidir vencer los miedos internos. Según Antony de Mello, sacerdote jesuita hindú y psicólogo, la sanación interior y la autoliberación es un camino personal y absolutamente nadie puede hacerlo por nosotros.
Es muy importante tener en cuenta que muchos de nuestros miedos se originan en heridas del pasado y rencores que están enquistados en nuestro subconsciente y necesitan experimentar y sentir el perdón, sin la experiencia de perdonar es imposible liberarnos de nuestros miedos.
Una de las herramientas infalibles para vencer el miedo es la meditación. Yo, durante muchos años, todas las noches, era presa de terribles pesadillas en las que mi Padre me perseguía, los miedos estaban arraigados en mi subconsciente aunque mi padre ya no estaba cerca, y fue a través de un proceso de meditación y perdón como pude superarlos definitivamente.
No hace falta ser un místico ni seguidor de una filosofía determinada, ni mucho menos un iluminado, para practicar la meditación. De la misma manera que ocupamos horas en satisfacer nuestras necesidades externas, debemos ocuparnos de cuidar de nuestro SER interno; la meditación, los estados de silencio e introspección son un verdadero alivio emocional.
Podemos empezar con unos pocos minutos diarios, buscando elementos de ayuda, música para meditar, meditaciones guiadas, etc. En internet hay cantidad de ellas que nos pueden ser de gran ayuda para ejercitar el hábito de la meditación. Lo único que debemos hacer para empezar es abrir nuestra mente y nuestro corazón a esa gran posibilidad y esta sedará paulatinamente sin que suponga un esfuerzo emocional titánico.
“La meditación nos libera del miedo y del odio, y nos llena de armonía” (Thichnhat Hanh, poeta vietnamita, activista por la paz y monje Zen).
 

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