sábado, 11 de octubre de 2014

EL GRAN PODER DEL PENSAMIENTO Y DE LA PALABRA

                 

INDEFECTIBLEMENTE SOMOS LO QUE PENSAMOS, LO QUE DECIMOS Y LO QUE CREEMOS SER

Los pensamientos son el alimento de las emociones y de los sentimientos, por lo tanto, del tipo de pensamientos que tengamos dependerá la calidad de nuestros sentimientos y de nuestras emociones; si pensamos en odio sentiremos odio y generaremos veneno emocional, si pensamos en amor sentiremos amor y transmitiremos luz; si pensamos cosas negativas y catastróficas, solo sentiremos y veremos negativismo y catástrofe en todo cuanto nos rodea; si pensamos en positivo con ilusión y esperanza, eso es lo que sentiremos e irradiaremos.
¡ Irremediablemente nos convertiremos en lo que pensamos!. Ojalá nuestra mente vuele tan alto e irradie tanta luz que podamos realizar todos nuestros sueños y a la vez podamos ayudar a ser feliz a la humanidad

sábado, 9 de agosto de 2014

AMOR EL MÁS BELLO DE LOS SENTIMIENTOS

                                  ¿AMOR O ESPEJISMO?                                            

“El amor pasa por nuestras vidas muy pocas veces, siempre lo buscamos con ilusión, lo imaginamos, lo soñamos y, cuando ya no lo esperamos, irrumpe en nuestras vidas con la fuerza de un viento huracanado, hechizando nuestro corazón, eclipsando nuestro ser, todo se convierte en magia, nuestro pulso se acelera, el corazón late desbocado, llegamos a la cumbre del éxtasis, rozando el pináculo de lo sublime, flotamos en una nube tocando la perfección de lo divino, todo se estremece en nuestra existencia, deleitándonos con dulzura y pasión ; pero en algunas ocasiones de repente, de una forma abrupta y dolorosa, la realidad nos golpea de frente, como si de una ola violenta se tratara y entonces vemos la realidad tal como es y nos damos cuenta de que todo lo que parecía amor verdadero, no era más que espejismo, futilidad, sueño e ilusión”.

jueves, 7 de agosto de 2014

EL AMOR ES UN SUEÑO

HISTORIA DE UN AMOR FALLIDO

Llegaste a mi existencia, así de improviso sin esperarte, sin buscarte, engalanaste mi vida con hermosas emociones; lo que antes era oscuro resplandeció con la luz del amor; lo que antes era frió, se tornó cálido; donde solo había placer efímero y fútil, florecieron los más profundos sentimientos y la más generosa de las entregas; lo que antaño parecía imposible ahora se revelaba ante mí como un mundo de posibles; las arideces y acritudes de mi vida se llenaron de ternura y de dulzura. Mi corazón saltaba en mi pecho cual si fuera el de un adolescente que goza de su primer amor; y es que, ¡el amor pasa por nuestras vidas tan pocas veces, mas cuando lo hace, irrumpe con la fuerza huracanada de un ciclón! Veía con inmensa ilusión tu felicidad al disfrutar de nuestro amor, tu rostro estaba iluminado por una magia inexplicable, todo se revelaba ante mí como el más hermoso de los milagros y el más bello de los sueños. Pero nuestros desencuentros y diferencias vencieron al más bello de los sentimientos: EL AMOR
No obstante esos hermosos momentos vividos serán siempre el espejo en el que me mire, cuando mi alma se sienta sola o abatida y sumida en la desesperanza, será entonces cuando sonría y me diga: ¡SIEMPRE MERECE LA PENA AMAR Y SENTIRSE AMADO, PASE LO QUE PASE, MERECE LA PENA! 
“Tormentosas pasiones se desataron en mi interior llenándolo todo de exaltación y de mucha confusión, pero por fin reinó el sosiego y la armonía”

lunes, 2 de junio de 2014

EL ENAMORAMIENTO Y LA DEPENDENCIA EMOCIONAL




           EL ENAMORAMIENTO Y EL AMOR VERDADERO


¿AMAS O DEPENDES EMOCIONALMENTE?
¡SI TU PAREJA O CUALQUIER OTRA PERSONA TE HACE SUFRIR, APÁRTALA DE TU VIDA!

Si quieres y lo deseas con toda tu alma, puedes ser libre de todo tipo de dependencia. Hazte un favor, ¡inténtalo! La libertad emocional del ser humano es muy importante para su realización personal y profesional.

Mi vida personal ha estado marcada por este tipo de relación, el daño fue tan grande que aún estoy pagando facturas emocionales y materiales, generadas por esa mala experiencia. Cuando por primera vez me enamoré después de muchos años desdeñando ese tipo de experiencia, todo en mi vida cambió por completo; la magia y el espejismo del enamoramiento me hicieron creer que no existía nada más sublime y deseable que abandonarme a los caprichos del amor, y a la voluptuosidad de la pasión, renunciando a todo lo que, hasta ese momento, con mucho esfuerzo y lucha, había conseguido. Cuando el enamoramiento me sorprendió de súbito, yo vivía en armonía, con sosiego, disfrutaba de mis logros con alegría y satisfacción, me entregaba a mi hija y al servicio humanitario que llevaba a cabo. Al enamorarme todo esto me parecía ya poco, ante mis ojos se desvelaba un mundo incognoscible de felicidad infinita, merecedora de cualquier renuncia. A la luz de este espejismo cometí grandes equivocaciones y sufrí la amargura del engaño y la traición, pero también viví momentos intensos de gozo y de placer y, sobre todo, me quedaron mis hijos, que son lo que más adoro.
Después de estar envuelta durante algunos años en una telaraña  de maltrato psicológico continuo  y,  dependencia emocional, que me había anulado por completo, conseguí salir airosa y fortalecida, retomando la  sensatez, la estabilidad y el sosiego en mi vida.

Lamentablemente, muchos de los enamoramientos derivan en dependencias emocionales que afectan a una de las partes. En mi historia personal es justo lo que sucedió.

Existe violencia física en muchos hogares, pero es muy probable que el maltrato psicológico sea aún más exponencial, aunque es difícil precisar las cifras. En las parejas en las que una de las dos partes padece dependencia emocional está siempre presente este tipo de maltrato que es muy nocivo y dañino para la salud mental y física. Las personas que tienen una dependencia emocional y afectiva de sus parejas son muy vulnerables y están muy expuestas a sufrir malos tratos psíquicos y físicos.
En una relación sana no se hipoteca la vida del otro, ni se deja hipotecar la propia. El apego desmesurado y la obsesión por el ser amado es devastador para nuestra salud emocional y nos conduce a una dependencia emocional patológica.
Una relación enfermiza puede llegar a sacar lo peor del ser humano: celos, inseguridad, obsesiones, violencia, pérdida de identidad; este tipo de relaciones son definitivamente tóxicas para nuestra vida y hay que apartarlas de inmediato.

Las dependencias emocionales no son solamente las de pareja, también hay otros tipos de relaciones enfermizas que anulan al ser humano, por ejemplo, de los hijos hacia los padres. Hay padres que tienen una influencia enfermiza sobre sus hijos y roban su infancia, su juventud y su vida en general.

¿QUÉ HACER SI TE ENAMORAS Y NO TE CORRESPONDEN O SI SIMPLEMENTE HAN DEJADO DE QUERERTE?

Hace poco tuve la experiencia de enamorarme de nuevo; después de haber transcurrido veintitrés años desde mi primer enamoramiento, de nuevo me ocurrió, este sentimiento llegó sin previo aviso, como casi siempre sucede, cuando menos lo buscaba. Llevaba años rehusándome a recaer en el error de enamorarme de nuevo. Filosofaba y escribía a menudo sobre la estupidez del enamoramiento. Ha sido una experiencia muy diferente de la primera, pero igual de intensa y profunda; la madurez, la experiencia de la vida marcaban esa diferencia.

Al igual que la primera vez, las circunstancias eran adversas y las diferencias personales en cuanto a carácter y forma de ver la vida eran casi insalvables. Estas realidades me dieron pie para comprender que continuar con esa relación sería arriesgarse al desastre y a la frustración total. Nos dimos una tregua para reflexionar, y, al final, la tregua se convirtió en ruptura. Indudablemente, era lo mejor para las dos partes. Sentí pena y dolor, pero por poco tiempo, a día de hoy sigo sintiendo un profundo cariño por esa persona, pero he renunciado a ella con serenidad. La hermosa experiencia de amor que hemos compartido juntos nos hizo felices mientras duró, y este hecho ha dejado huellas imborrables. 
A hora lo que más deseo es poder restablecer la amistad entre los dos.
Obsesionarse con un enamoramiento que sabes que no te hace bien alguno es una insensatez y más aún si no es correspondido.

Si se pone en práctica la inteligencia emocional, estoy segura de que, por más fuerte que sea la dependencia emocional y la obsesión, se puede superar. Existen muchos recursos que nos ayudan, pero la decisión es individual.

Los escritores y terapeutas Leo Busgcalia, Water Riso y Jorge Bucay han escrito mucho sobre los enamoramientos adictivos y orientan de una manera muy persuasiva sobre cómo liberarse de las emociones negativas que surgen cuando no te corresponden o cuando simplemente te dejan de querer. También es muy recomendable Tus zonas erróneas, del D. Dyer.

Algunas sugerencias


  • Ocupa tu mente en cosas que no te recuerden para nada a la persona de la que estás enamorada.
  • Busca ayuda profesional si lo consideras necesario.
  • Lee mucho, selecciona buenos libros, escribe lo que piensas y sientes, esta es una buena terapia para el alma.
  • Fomenta tu autoestima, haz aquellas cosas que se te dé bien hacer o que más te gusten, cuida tu aspecto personal, esto te hará sentir bien.
  • Valora una a una todas las cualidades que tienes tú como persona, y piensa en lo mucho que te mereces, quiérete mucho.
  • Evita frecuentar lugares en los que hayáis estado juntos o a los que la otra persona suela ir.
  • Piensa todo lo que puedas en los defectos que esa persona tiene, empléalos como elementos disuasorios.
  • Debes mentalizarte con esta frase: quien no te quiere no te merece, no necesitas en tu vida a quien no te necesita en la suya.
  • Conoce gente nueva, realiza actividades nuevas. 

Y recuerda sobre todo esto: los pensamientos son los que crean las emociones y los sentimientos. Si una enfermedad te quitara la capacidad de pensar ahora mismo, dejarías también de estar enamorado de esa persona, así de simple, esa es una realidad irrefutable. Tú puedes ser el amo de tus pensamientos y de tus emociones, solo tienes que disciplinar tu mente y crear pensamientos que te liberen y te den armonía y sosiego.

Pronto te darás cuenta de que no merece la pena sufrir por alguien que no te quiere y que seguramente no te merece, y que te mereces todo lo mejor del universo.
La lectura es una ayuda excepcional, y hacerte una higiene mental observando la realidad y aceptándola sin resistencia el tiempo todo lo cura, puedes salir fortalecido de cualquier experiencia por muy difícil que esta sea y aprender de ella.
Recuerda: si hay alguien o algo en tu vida que no te deja ser libre y te esclaviza emocionalmente, libérate de esa influencia. Da igual quien sea o lo que sea, tienes derecho a ser tú mismo y a vivir libre y en armonía.

EL VERDADERO AMOR

Muy a menudo confundimos el amor con la necesidad de compañía, la necesidad afectiva nos hace muy vulnerables y nos puede llevar por una trayectoria de relaciones frustrantes. Aplicar la inteligencia emocional a la hora de elegir pareja sería lo más práctico, pero resulta casi imposible.

Lo perfectamente deseable es que el enamoramiento, que es un estado transitorio con muchos componentes químicos intrínsecos, en el que los neurotransmisores y las hormonas desempeñan una función muy importante, trascienda al verdadero amor, que es duradero en el tiempo y aporta enormes satisfacciones emocionales (potenciar la producción de oxitocina).

Para que esto sea posible solo hay un camino: el del crecimiento interior; de lo contrario, toda relación de pareja se ve condenada a la frustración, bien sea por la ruptura o por una convivencia vacía en lo afectivo y en lo emocional o, en el peor de los casos, conflictiva.
Una de las mayores causas de fracaso en la pareja es la falta de una sincera comunicación y el sentido de posesión del otro individuo, esto es nefasto para cualquier relación.
El verdadero amor es humilde y sencillo, no se jacta ni presume, no subyuga ni somete, el amor es la esencia de la vida y del bienestar emocional. El amor verdadero nos libera y nos permite liberar al ser amado, nos permite vivir plenamente el prodigio y el gozo de amar siendo libres plenamente, liberándonos del miedo y de las expectativas, el amor en libertad se fortalece con lazos indelebles e irrompibles y nos hace grandes en lo humano.

Si amas a alguien, déjale libre, si permanece a tu lado o se marcha para regresar a ti, es porque os merecéis mutuamente la experiencia de ese amor y, si nunca regresa, simplemente no os merecíais, acéptalo sin resistencia, piensa que todo tiene una razón de ser y quizá el tiempo te tenga reservado lo que realmente te mereces.
El amor que hipoteca y anula la libertad del ser amado no es en realidad amor, no es más que una obsesión que conduce a la dependencia emocional. El amor profundo transita por los senderos del deleite físico y trasciende a la experiencia de dos almas que se funden profundamente en un abrazo eterno, siendo esta última una experiencia gozosa que perdura en el tiempo.
El camino del amor no es fácil, pero el amor es el único capaz de vencer todos los obstáculos que se cruzan por ese largo caminar, el amor obra milagros, no hay nada que el amor no pueda superar.






domingo, 25 de mayo de 2014

LOS APEGOS OBSESIVOS POR LAS PERSONAS O COSAS NOS ESCLAVIZAN


 

Los apegos, los deseos, no es cuestión de tener o dejar de tener, desear o no desear, el problema radica en que tenemos nuestro corazón, nuestra mente y nuestras emociones puestas en lo que poseemos y en lo que deseamos casi obsesivamente, convirtiéndonos en esclavos. Da igual si son personas, cosas, poder o imagen social, nos aferramos a ello llegando casi a la obsesión y es cuando el  miedo a perderlo todo  se hace con el control de nuestras vidas, robándonos la libertad de ser nosotros mismos.
Ya decía el sabio Aristóteles que la belleza de la vida consiste en buscar los justos medios; buscar un equilibrio emocional sano, en el que no pequemos por defecto ni por exceso, es una labor ciertamente difícil, pero no imposible.
Decía Buda que “no es más rico el que más posee sino el que menos necesita”, y San Francisco de Asís predicaba: “Yo necesito poco para vivir y lo poco que tengo no  lo necesito casi nada”. Coco Channel decía: “Existen personas que poseen todo y no se sienten ricas y personas que sin poseer nada son ricas”. El desapego consiste, pues, en no ser esclavo de lo que poseemos y de lo que deseamos, consiste en la capacidad de tener la misma serenidad emocional teniéndolo todo y sin tener nada. Difícil, ¿verdad?
Yo, en mi devenir por la vida, he tenido la experiencia de tener para vivir cómodamente y también la de no tener ni para alimentar a mis hijos, he pasado de tener cierto poder y prestigio social a tener solo deudas y problemas económicos. Pero, por fortuna y gracias a lo mucho que he aprendido de los libros y de mis reflexiones internas, he podido imponer la calma y el sosiego al desespero, en la mayoría de las veces. He aprendido a no dejar que me deslumbren las posesiones materiales y a mantener la serenidad ante las calamidades económicas.
Los fracasos en los negocios me han enseñado a vivir sin mayores expectativas ni  apegos y disfrutando con profundidad de lo que la vida me da día a día. Si otra cosa he aprendido bien, es que el éxito y la fortuna suelen mudarse con frecuencia de morada.
 Te pasas la vida entera estudiando una carrera, luego trabajando y soñando con obtener bienes materiales y ser, por fin, feliz, y, cuando obtienes esto, surgen otras ambiciones nuevas y nos vemos inmersos en una vorágine interminable en la que no valoramos lo que tenemos y deseamos cada vez más y más, sin que nada nos satisfaga, nunca tenemos lo suficiente, así se nos pasa la vida. De pronto y de  improviso, la adversidad nos sorprende, una enfermedad, la pérdida de los bienes materiales, etc., y es entonces cuando nos damos cuenta de que todo era sueño e ilusión, de que lo que parecía el todo no es nada.
Así mismo, te  enamoras, te casas, formas una familia con la impronta equivocada de “hasta que la muerte nos separe” y el “siempre te amaré”, piensas que por fin has conseguido la felicidad perfecta y duradera y, cuando te das cuenta de que todo no era más que un espejismo, sufres, reniegas y te hundes en la miseria humana.
La sociedad nos ha enseñado a vivir con expectativas familiares, morales, profesionales y materiales, para afrontar un futuro feliz, y, si dichas expectativas no se cumplen según los cánones de la sociedad y la tradición, se nos cuestiona, se nos margina, llega la hecatombe a nuestras vidas, nos sentimos infelices y frustrados, nuestra autoestima se anula y nos sumimos en una angustia existencial deprimente.
Tanto buscar, tanto hacer, tanto ambicionar, para al final llegar a la simple conclusión de que lo único real es el eterno presente, que no somos más que el resultado de lo que pensamos, que todo es circunstancial en la vida, que nada es para siempre, que lo bueno o lo malo no es más que el resultado de una actitud mental frente a la vida, que toda la riqueza, el poder, las filosofías y las religiones no son nada mientras que el odio, la falta de solidaridad, la ausencia de humanidad y el vacío existencial gobiernen nuestras vidas.
Es entonces es cuando quedan dos opciones: o nos hundimos en la miseria toda nuestra vida, o  rescatamos los vestigios de humanidad y libertad que aún quedan en nuestro fuero interno y resurgimos de las cenizas, fortalecidos y rompiendo esquemas establecidos para reiventarnos como personas.
Ahora para mí todo lo bueno que recibo de la vida es propina, no espero mucho de las demás personas, pero doy siempre lo mejor de mí. Las expectativas y esperanzas prefiero tenerlas puestas en mí misma y en mi capacidad de lucha. No obstante, he de reconocer que la vida me llena de propinas inesperadas casi siempre y doy gracias siempre por ello.
Debemos comprender que la vida es como un manantial que fluye renovando sus aguas a cada instante; todo cambia y se transforma, por esa razón, cuando nos apegamos a personas y cosas con desmedida obsesión, sufrimos inexorablemente. Debemos tener la suficiente sabiduría y serenidad para disfrutar con intensidad de lo que tenemos en el presente, soltando y renunciando sin dolor a lo que ya no tenemos. En el continuo devenir de la vida en medio de la inmensidad del cosmos, nada, absolutamente nada, es para siempre: todo cambia y se transforma.
Tanto Jesús de Nazaret como Buda predicaron con palabras y sobre todo con su ejemplo sobre la necesidad de despojarse de los apegos.
 Si ejercitamos un poco el desapego, quizá podamos aprender a vivir satisfechos con lo que tenemos para vivir y, si la fortuna económica nos acompaña, administrarla con justicia social y solidaridad en pro del bien común y de una sociedad más justa.

LOS APEGOS  OBSESIVOS NOS HACEN TERRIBLEMENTE INFELICES